Sunday, November 18, 2012

Críticos eximios: Hal sobre "Cosmópolis"







"Cosmópolis" es es una distopía capitalista en presente, porque el factor central de la película es, junto al capitalismo, el tiempo; y es posible una distopía en presente porque para la elite el futuro llegó. Y allí, en ese futuro, hay un relación en torno al tiempo y el valor de cambio del cual hay varias referencias en la película: 
la moneda china, cuya suba lleva la quiebra al protagonista (1) y las ratas como valor de cambio, propuestas por los manifestantes anarquistas en las irrupciones públicas. Entra el tiempo, que es el factor que los teóricos marginalistas hacen jugar en la teoría del valor para cuestionar la formulación de Marx. La teoría del valor subjetivo, de los marginalistas, plantea dos cosas: primero, el valor no se puede mensurar porque depende de la percepción del consumidor. O sea, no es objetivo ni estable, como en Marx. Segundo, no existe la plusvalía porque el obrero no entrega parte del valor de lo que produce al dueño del medio de producción sino que obtiene un beneficio en términos de tiempo;  un obrero vende su fuerza de trabajo para realizar un tarea determinada que no se traduce inmediatamente en un intercambio del bien producido; puede llevar meses, incluso años, vender ese producto manufacturado por el obrero. Sin embargo, el obrero no va a recibir su parte recién cuando el bien producido haya sido vendido, va a recibir una mensualidad, un jornal, etc. De manera que el trabajador no resigna el plusvalor sino que lo cambia por el factor tiempo en lugar de esperar un año para cobrar. O sea, cobra hoy y el plusvalor no es tal sino la introducción del factor tiempo en el valor.
Pero la película, sin volver a la teoría del valor de Marx, pone en crisis la cuestión tiempo-valor porque para las clases subalternas el futuro es indeseado (dado que pertenece a las clases dominantes), entonces se aferran al presente.
En un momento del film aparece un personaje que ofrece "apoyo teórico" al protagonista y le dice, entre otras cosas, que los de "abajo" odian al futuro porque es incertidumbre. Pero podemos inferir, al ver que el futuro sólo transcurre en el auto, que también lo odian porque de él (del futuro) se han apropiado los ricos; entonces se crítica a la teoría del valor subjetivo de los marginalistas, porque los pobres no ven en el tiempo un factor por el cual pagar a los ricos mediante el plusvalor y así garantizar un ingreso inmediato. Los pobres ven al futuro como su enemigo ("El futuro es impaciente" dice la teórica). Además aparece una crítica en relación a las teorías del valor, específicamente al dinero como fetiche que mediatiza los intercambios y oculta el factor trabajo en el valor del bien producido, con elementos como la rata como bien de intercambio que muestran los manisfestantes en los "Riots" (disturbios) y con el yuan que se mueve no de acuerdo a las predicciones infinitesimales (otra vez el tiempo) del programa elaborado por la empresa del protagonista (¿digital?) sino de acuerdo a la irregularidad de su próstata (¿analógico?)."

(1): El personaje principal es dueño de una empresa o agencia que reúne información, la procesa mediante un programa especial y arroja proyecciones para la bolsa.
                                                                                                                                   
                                                                                                                                                          HAL

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