Citas insistentes:
“Los psicoanalistas (…) hablan en forma de una gran queja de la castración, la castración es una especie de maldición sobre el deseo realmente espantosa. Entonces, ¿qué tratamos de hacer con el Anti Edipo? Con Felix Guattari creemos que el inconsciente no es un teatro, no es un lugar en el que están Edipo y Hamlet representando sus escenas, no es un teatro. Es una fábrica de producción. El inconsciente produce, no cesa de producir y funciona por tanto como una fábrica.” (Deleuze)
“Una salus haec est, hoc est tibi pervincendum. / Hoc facias sive id non pote, sive pote! («Una sola salvación hay para vos: esto debe superarse. ¡Hacelo puedas o no puedas!»)”. (Catulo)
“Busco volver de golpe el golpe“. (Trilce IX, Vallejo)
"Intentaste. Fracasaste. No importa. Intentá de nuevo. Fracasá otra vez. Fracasá mejor." (Beckett)
“Ningún dolor ha podido ni podría inducirme a un falso testimonio contra la vida tal como yo la concibo” (Nietzsche)
“Sin cánticos: mantener el terreno ganado. ¡Dura noche! La sangre seca me humea en el rostro, y dentro de mí no tengo sino ese horrible arbolillo… El combate espiritual es tan brutal como la batalla de los hombres; pero la contemplación de la justicia es poder exclusivo de Dios.
Es, no obstante, la víspera. Acojamos todos los influjos de vigor y de ternura auténtica. Y cuando llegue la aurora, armados de una ardiente paciencia, entremos en las espléndidas ciudades.” (Rimbaud)
“Toda la alegría silenciosa de Sísifo consiste en eso. Su destino le pertenece. Su roca es su cosa. Del mismo modo, el hombre absurdo, cuando contempla su tormento, hace callar a todos los ídolos. En el universo súbitamente devuelto a su silencio se elevan las mil vocecitas maravilladas de la tierra. Llamamientos
inconscientes y secretos, invitaciones de todos los rostros constituyen el reverso necesario y el premio de la victoria. No hay sol sin sombra y es necesario conocer la noche. El hombre absurdo dice "sí" y su esfuerzo no terminará nunca. Si hay un destino personal, no hay un destino superior, o, por lo menos, no hay más que uno al que juzga fatal y despreciable. Por lo demás, sabe que es dueño de sus días. En ese instante sutil en que el hombre vuelve sobre su vida, como Sísifo vuelve hacia su roca, en ese ligero giro, contempla esa serie de actos desvinculados que se convierte en su destino, creado por él, unido bajo la mirada de su memoria y pronto sellado por su muerte. Así, persuadido del origen enteramente humano de todo lo que es humano, ciego que desea ver y que sabe que la noche no tiene fin, está siempre en marcha. La roca sigue rodando.” (Camus)
(1) Nota de la escriba: Esta selección es obra de Eduardo, apoderado de este blog. Ha sufrido recientemente la separación de su novia y, en una muestra inequívoca de ser bastante maricón y decadente, me pidió que sume el siguiente agregado a título personal:
“En el buceo espeleológico por el dolor se atraviesa un mar de muertos. Ahí, hay perlas grises arrancadas a la desesperación. El sufriente las recupera y debe, cuando sale a la superficie, ponerlas a disposición del ojo de los demás”
(2) Nota II de la escriba: Eduardo ha elegido el voceo para traducir las citas en segunda persona dado que comparte con Borges la idea de que “El tiempo agranda el ámbito de los versos”. Ha leído del modo en que leyó Averroes: “Así, atormentado hace años en Marrakesh por memorias de Córdoba, me complacía en repetir el apóstrofe que Abdurrahmán dirigió en los jardines de Ruzafa a una palma africana:
Tú también eres, oh palma!,
En este suelo extranjera...
Singular beneficio de la poesía; palabras redactadas por un rey que anhelaba el Oriente me sirvieron a mí, desterrado en Africa, para mi nostalgia de España.”