Saturday, May 18, 2013

Fracaso, etc

“En este cuaderno estudiaré los progresos que hace en mí la idea de fracaso: cada día estoy más familiarizada con ella. ¿Por qué de pronto escribo esto? No lo sé…”  Rosa Chacel

" Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor"// "Golpe a golpe, verso a verso"

"Menos por un impulso vitalista, que por una necesidad extrema de supervivencia, Barthes afirma la voluntad de inscribir su trabajo a partir de ese momento bajo la divisa incipit Vita Nova. Este programa, al que ya había aludido en la Lección inaugural de la cátedra de Semiología Lingüística, tiene alcance existencial y se basa en una teoría de las “edades” como mutación y no como progresión de las posibilidades de vida. La exigencia de trabajar activamente sobre sí
mismo para propiciar el advenimiento de lo nuevo no nace de un reclamo moral de perfeccionamiento, sino de la necesidad de recuperarse de la aflicción y la acedía. El trato cada vez más íntimo con los fantasmas de la impotencia amorosa y creativa habrán sido, cuando la vida recomience, condiciones casi negativas para su renovación.
Como habría hecho Proust, con quien establece una identificación casi absoluta, mediada por la creencia en el valor absoluto de la literatura, Barthes encomienda su mutación al descubrimiento
“de una forma que recoja el sufrimiento (que acaba de conocer de manera absoluta, con la muerte de su madre) y lo trascienda” Giordano, A.

Suele pasarme de escribir treinta y tantos poemas de un tirón, en una especie de éxtasis cuya naturaleza no conseguiría definir. Esta vez, empecé con un título “El guardador de rebaños”, y lo que vino después fue la aparición en mí de alguien a quien di desde ese momento el nombre de Eduardo Álvarez. Perdónenme el absurdo de la frase: había aparecido en mí mi maestro.



A veces me quedo postrado en el intervalo entre las palabras y las cosas

A veces fallo en el intervalo entre las palabras y las cosas
A veces bailo en el intervalo entre las palabras y las cosas
A veces hallo en el intervalo entre las palabras y las cosas
A veces boxeo en el intervalo entre las palabras y las cosas


Wednesday, May 08, 2013

Respuesta

"La web es, precisamente, el lugar donde esas versiones atávicas de belleza dominante y dominada encuentran su plena liberación. La organización territorial más exitosa de Twitter, por ejemplo, es la fiesta Rispé, donde la gente más horrible se junta a ser feliz y celebrar su cuerpo. La web los ha liberado. No creo que padezcan hoy nada. Todo lo contrario. Respecto a que una chica con pleno dominio de los protocolos contemporáneos y de las herramientas de construcción digital del "self promoting" y "mind idea" esté siendo "cosificada" me parece, bueno, poderosa, poderosamente relativo y discutible. No hay, por supuesto, nunca, relaciones de igualdad entre hombres y mujeres. "

Bajo la sombra de las muchachas posmodernas en flor

  A Analissa, "Déjame respirar mucho tiempo, mucho tiempo, el olor de tus cabellos; sumergir en ellos el rostro, como hombre sediento en agua de manantial" (Baudelaire)
                                                                                       
 "El catolicismo y la mujer es un oxímoron" (De Diego) agrego "El mercado y la mujer no"
                                                                                                 

A Mavrakis debemos agradecerle hacer del affaire Analissa un tema debatible o, directamente, un tema. Inspirado por la musa de la UCA ha escrito esto , y el interés de esa nota interpela y despierta las ganas de ciertas respuestas o la polémica respetuosa.
El escritor de la revista Paco le otorga a la jeune la conciencia de un trabajo en el proyecto de su exposición en las redes. Poniéndonos derrideanos, vamos a darle un lugar de prima importancia al paratexto menor de los comentarios a la nota:

"Lector: Como diría Deleuze, la joven Analissa no debe saber ni para qué la están usando (me refiero, sobre todo, al mercado)."

A lo que el autor responde: "Si la conclusión es esa, escribí todo mal. Ella te está usando a vos y al mercado. Y lo goza y lo sabe hacer y yo la felicito con amor."

En el problema del sujeto usando al sistema o el sistema usando al sujeto está el quid de la cuestión porque se define, entre otras cosas, la mirada posmoderna o no sobre un fenómeno. La idea de que un sujeto, cualquiera, en este caso una bella joven pueda "usar" al mercado, que lo "goce" y lo "haga saber" supone una concepción absolutamente individualista, intencionalista y, si se me permite, ingenua, de cómo funcionan los mecanismos de dominación y praxis social. Entre el sujeto althusseriano como mero efecto de estructuras y esto, algo debe haber.

Luego Mavrakis lleva a cabo una analogía interesante con una concepción de la literatura:

"Amis dice que una de las vulnerabilidades históricas de la literatura, como objeto de estudio, es que nunca resulta demasiado compleja. This may come as news to the buckled figure of the book reviewer, but it’s true, dice Amis. A pesar de los intentos de elevar el tema, complicarlo, sistematizarlo, interactuar con la literatura es fácil. Con los culos de Ailen y Analissa, cuya visibilidad se rige casi por un algoritmo de autogestión de yo digital y global, pasa, en una zona distinta de la creación, exactamente lo mismo."

Es interesante pensar este planteo porque, efectivamente, la interacción con la literatura sucede, en palabras de Whistler "art happens", y con el deseo pasa lo mismo. Ahora bien: esta inmediatez no significa de ninguna manera que la interacción con la literatura sea "fácil", sin trauma. En qué estado queda el sujeto que lee "Explicar con palabras de este mundo/ que partió de mi un barco llevándome" (Pizarnik) o "la muerte es un maestro venido de Alemania sus ojos son azules/ te hiere con una bala de plomo con precisión te hiere" (Paul Celan). ¿En qué estado desubjetivador se encontraba el que lo escribió?. Desde otro punto de vista: ¿esa facilidad de interacción con la literatura o con el culo de Analissa no tiene, por debajo, sedimentado, capas y capas de aculturaciones, imposiciones, mecanismos dominantes, instituciones que determinan a lo largo de la historia lo literario o lo no literario, lo bello o lo no bello? La mirada que interactúa y que mira el jardín de ninguna manera es virgen. Cierta posmodernidad baila risueña sobre las caída de todos los relatos, pero no ha terminado con una de las ideas más metafísicas de occidente: lo bello y la estética. (1)

La perspectiva idílica de voluntad, el trabajo y el amor con que Analissa construyo su periplo 2.0 olvida, en una anamnesis que celebra lo dado, el hecho de que efectivamente e irremisiblemente estamos en una sociedad en la que ciertos sujetos son convertidos en objetos de deseo y otros no como efecto de mecanismos de dominación. ¿Tengo que pensar todo esto antes de calentarme con X tipa? no. ¿Saber que mis percepciones y categorías, incluso las más privadas, están determinadas y son objetivables, pensables, prestas a ser deconstruidas, va a cambiar el modo en que me siento atraído y hablo de estas cuestiones? no. Pero dados a pensar y "analizar" el tema, no vendría tan mal un poco de racionalismo crítico. Por lo menos este "gnomo" de jardín así lo considera.

Lo flagrante del discurso pacato, censurador y pelotudo de los compañeritos de la musa son pan comido y fáciles de desestimar, ¿a quién le gusta la censura en países laicos y de mentalidad abierta? lo que parecería ser mas complicado es pensar la censura productora, los sujetos y prácticas que son apartados de estos episodios, los premiados y los olvidados de la maravillosa vida de redes que te permite exponerte sólo si, claro, cumplís con los códigos absolutamente rígidos, retrógrados, dominantes y metafísicos de "lo bello". En este sentido, creer que lo de la pulposa católica es transgresión mueve un poquitito a risa. Transgresión hubiese sido si, luego de leer al marqués de Sade, la bella hubiese abierto nuevos agujeros en su cuerpo para meter crucifijos, por poner un ejemplo. Pero claro, y acá Mavrakis defiende bien su punto "Sacrificio y erotismo estaban bien para George Bataille en los años cincuenta, pero las cosas han cambiado".

Las gorditas a Analissa la envidian, y los tipos la desean (¿gays y lesbianas? bien gracias, no cuentan en el panorama de hegemonía receptiva que bien se identifica). En esta tónica el escritor va finalizando con: "Obligado a despreciar a las gordas porque van en detrimento de la belleza física en interés del igualitarismo". En el jardín metafísico, la belleza física es un bien a custodiar en un templo asediado por el igualitarismo horroroso que sueña con sociedades en la que una chica aymará sea igual de bella que una caucásica, o que lo valorable de un sujeto dominado (en este caso la mujer) sea el acceso a los lugares en que supuestamente no puede acceder y no a aquellos en los que el mercado ya tiene asignado un espacio, modificar la repartición de lo sensible y no meramente celebrarlo. (2)
En el jardín de la dominación, el deseo es manipulable y obvio. "Si todo gira en el shopping disco zen, tu belleza es de shopping disco zen".

(1) Para una perspectiva sociológica y antikantiana sobre la estética ver La distinción. Criterio y bases sociales del gusto de Pierre Bourdieu.

(2) Claro que aquí es complejo, el feminismo que se queja de la cosificación de la mujer olvida que las chicas de revistas ganan muchísimo mas que las respetadas, cuidadas y no cosificadas docentes, por ejemplo. No es menos víctima la cosificada Analissa que las adjuntas a cátedras en negro

Tuesday, May 07, 2013

905 km

                                          "Es yo quien dice 'Yo'" Èmile Benveniste


Recordar la utopía
a veces la infancia
es
un niño que llora con la cara entre los brazos
o
lanza un incierto avión de papel al aire
otras
"Pura yema innumerable, padre"
y
"To tuve un pasado pleno y pobre, como Vallejo"
después
el quiebre del hogar, la partida, lo lejano
ahora, ni jirones.

                                               E. Álvarez