Tuesday, January 29, 2013

Iglesias lo hizo de nuevo


Lavarse las manos
(Del autor de “Apocalipsis frío” llega…) Teoría y práctica del ponciopilatismo (subtítulo: "Compendio de clishés y presupuestos del sentido común de la derecha antiperonista argentina", Editorial Planeta, prólogo de Marcos Aguinis)

En un contexto de amenaza totalitaria por parte del Gobierno, no hay lugar para posiciones tibias ni para reconocer supuestos aciertos parciales de una gestión que ataca los principios básicos de la vida democrática (Upa, fuerte)
Por Fernando Iglesias  | Para LA NACION

Como se sabe, Poncio Pilatos fue el prefecto romano de Judea que dejó la decisión de colgar a Jesús o a Barrabás en manos de la Plaza, con resultados por todos conocidos. Vaya a saber por qué me viene tan frecuentemente su nombre a la memoria en estos tiempos de furia y desamor (Oh!) que vivimos los argentinos. (si, vaya a saber cuáles son los mecanismos balalaika del absurdo de tu dudoso raciocinio)

Poco importan aquí las frágiles correspondencias entre Historia y leyenda.  Lo cierto es que quedaron asociadas a Poncio Pilatos tres conductas que se han ganado el podio de la tradición política argentina: evitar las propias responsabilidades, tomar la vox populi como vox dei (eeeh si, suele ser importante la voz del “pueblo” o la “gente” en la democracia, aristo querido) y poner en un lugar igual en una imaginaria balanza a dos cosas que no pueden ser más desiguales: el inocente Jesús, injustamente acusado de intentar subvertir un orden injusto, y el culpable Barrabás, un vulgar asesino y bandolero. (Qué barbaridad, estamos en el país del no te introduzcas, la biblia y el calefón, pobre patria mía)

La parábola de Pilatos y el destino de Jesús en la cruz son útiles para ilustrar otras barrabasadas de actualidad nacional (El show de la analogía starting now), por ejemplo: la impunidad por vía de opinión mayoritaria , la idea de democratizar la Justicia para asegurar su eficacia, la noción de que el pueblo jamás se equivoca (tan curiosamente arraigada en el país del "yo no lo voté") y la pretensión de que la aclamación popular basta para legitimar cualquier cosa. Pero lo que es aún más interesante es el acto ponciopilatista por definición: la lavada de manos so pretexto de equidistancia. (Estuviste leyendo la biblia este verano? Al parecer encontraste un reservorio de imágenes y parábolas para explicar la realidad argentina, o es el influjo de Lilita?. Me parece genial. Procastinar el pensamiento de vez en cuando no está mal, todos somos chantas alguna que otra vez)

El ponciopilatismo argentino es diestro en esta disciplina. Es fácil reconocer a sus cultores por esas frases sueltas que pronuncian como un mantra. Por ejemplo: "Hay que reconocerle al Gobierno lo que hizo bien". He aquí el truco en el que reside la homeopática astucia ponciopilatista, y que no es otro que el de aplicar a tiempos excepcionales (?) métodos adecuados a momentos de normalidad. Basta enunciar este concepto en los términos reales en que se nos propone -"hay que reconocerle a todo gobierno lo que hizo bien"- para comprender la magnitud del dislate. Digámoslo así: si alguien dijera "hay que reconocerle a Hitler los cinco millones de puestos de trabajo que creó" (GODWIIIIIIIIN) o "hay que reconocerle a Videla que haya acabado con el terrorismo" estallaría un justificado escándalo. Casi todos sostendrían, con razón, que no se le reconoce a Hitler que haya bajado la desocupación porque el precio fue meter a los obreros alemanes en la industria armamentista, y al mundo en una guerra, y que no se le reconoce a Videla que haya acabado con el terrorismo porque el genocidio resultante fue más violento y cruel que lo que evitó. Se trata de una matemática elemental (mi querido Watson): no se reconocen virtudes cuando las consecuencias son peores que las causas (Y para vos el kirchnerismo es una batalla pírrica siguiendo esa línea de dictaduras. Los griegos tenían un nombre para este tipo de argumentos: PELOTUDEZ). Sin embargo, los mismos que encabezarían la protesta contra la reivindicación de los aspectos positivos de Hitler y Videla nos proponen aplaudir la Asignación Universal por Hijo a pesar de que después de una década de tasas chinas (Amo este sintagma. “Una década de tasas chinas y seguís siendo un croto argumental“) y soja por las nubes la pobreza es mayor que la media de los años 90 (Científicos de la universidad de New Hampshire así lo demuestran); o la designación de la Corte Suprema pese a que sólo se aplican sus fallos cuando le conviene al Gobierno; o la política de derechos humanos que terminó sumergiendo a las organizaciones que un día fueron el baluarte moral de esta nación en estafas organizadas por parricidas, huelgas obreras contra las Madres de Plaza de Mayo y amenazas (¡?) de carpetazos de las Madres contra "los turros de la Corte". Etcétera.

La parte independientemente del todo. Aislada del todo. Por encima del todo. El ponciopilatista argento, genio autóctono del posmodernismo (Ponele), cree que el Diablo está en los detalles. Por eso se le escapa el elefante, hábilmente escondido por el Gobierno en medio de una manada de elefantes, que también se le escapan (¿Qué? Entre figuras cristianas, afirmaciones sin sustento, giros argumentativos falsos y mamíferos de gran porte me perdí). Momento en que el ponciopilatista recurre a otra de sus frases preferidas: "No podés comparar este gobierno con el nazismo y la dictadura". Como si las comparaciones fueran igualaciones. Como si sólo se pudiera comparar lo que es igual. Como si Newton no hubiera llegado a la ley de la gravedad comparando la Luna -que es grande y no cae- con una manzana -que es pequeña y cae-. "¡No me podés comparar la Luna con una manzana!", dirá el ponciopilatista indignado, creyendo que desmiente así la ley de gravedad. (Qué? Qué??! Hermenéutica del nabo por favor) Y es que el ponciopilatista no es malo ni tonto, sino débil. Sabe que el Diablo está ahí, pero teme mirarlo a los ojos. Por eso detesta la revelación de los rasgos comunes de lo que declara incomparablemente diferente. Por eso sostiene que es mejor esperar una guerra mundial y un genocidio antes de denunciar que ese aclamado señor de bigotitos que grita desde un palco en Munich está demente y sería inteligente no ser sus chamberlaines. (Iglesias, el mata parodiadores)"Si aún no sucedió, no sucederá", sostiene seguro el Poncio Pilatos argentino. Justamente él, que nunca adivinó que esos muchachos católicos de buena familia se iban a convertir en los Montoneros, ni advirtió que el Ejército lanussiano iba a terminar cometiendo un genocidio, ni vio venir al Menem neoliberal en los tiempos del Menem patilludo. Precisamente él, que se dio cuenta hace diez minutos -por reloj- de que esa simpática parejita de abogados santacruceños no se traía entre manos nada bueno. ¿Qué les habrá pasado?, se pregunta. (Tenembaum, teléfono)

Indiferente a estas consideraciones, el ponciopilatista -enemigo acérrimo de las comparaciones- igualará -repito: igualará- a Jesús con Barrabás, es decir: a cualquier personaje desprovisto de poder y sin capacidad de daño con un gobierno que lleva nueve años de robo, delirio y autoritarismo, y que ha anunciado que vendrá por lo que queda. "¿Ven? Son iguales que ellos", disparará apenas un opositor alce la voz, y a continuación emanará otro apotegma de los suyos: "Yo no soy K ni anti-K", como quien actualiza el "Yo soy peronista, señor. Nunca me metí en política", copyright de Gatica y Soriano. (No tiene nada que ver esta cita con tu idea, pero se ve que la incoherencia es el principio rector y el motor de escritura de esta columna) Después acusará a los perseguidos (Guarda Iglesias, te están espiando ahora mismo y con la plata de los jubilados) por un poder despótico mediante el orwelliano expediente de atribuirles intenciones ("Si pudieran darían un golpe, proscribirían al peronismo, se comerían a los chicos pobres crudos. serían como ellos. ¡peores que ellos!") y se va a dormir lo más tranquilo; con la conciencia y las manos limpias. Como recién lavadas.

Comandos civiles hipotéticos, grupos de tareas en potencia: el antikirchnerista es la verdadera obsesión del ponciopilatista, quien sin saberlo repite así las acusaciones de Néstor Kirchner a los piquetes de la abundancia. Y aún peor es el "hay dos bandos" ponciopilatista, tan apropiado para describir la Argentina de hoy como la Chicago de ayer, cuyo control se disputaban Eliot Ness y Al Capone. Uno espera algo mejor de gente que sabe hilar fino alrededor del concepto "crimen de lesa humanidad". Pero no. La distinción estatal-privado, que opera tan bien para descartar la teoría de los dos demonios,(qué?) es suspendida en sus efectos por el ponciopilatista experto, que se complace en ignorar el inigualable poder y la consecuente responsabilidad del Estado para proclamar que está contra los dos monopolios, que detesta la intolerancia de los dos grupos y que es equidistante de los dos bandos, el de los avasalladores y el de los avasallados. ¿Síndrome de Estocolmo? Parecen palabras demasiado grandes para el ponciopilatista telúrico, que se parece más bien a la madre de una mujer golpeada que le dice a la nena: "Hija, no te olvides de que es tu marido y de que vos lo elegiste". Y a continuación: "Además, a vos sólo tu marido te puede gobernar.". (Analogía pelotuda n° 128)

No estoy hablando, claro, (la coma entre “hablando” y “claro está de más) de la casi totalidad de la población nacional, que yuga todo el día para parar la olla y logra que el país siga andando pese a todo (Y que por suerte ni sospecha quién sos y todas las sandeces que decís), y que por eso mismo tiene pocas oportunidades de repasar la Historia del siglo XX (No te apresures en diferenciarte, al parecer vos tampoco tenés las oportunidades intelectuales para hacerlo) para comprobar cómo fue que de a poco se llegó a lugares que obligaban después a preguntarse cómo es que se había llegado tan lejos. Hablo del Partido de Poncio Pilatos en sus dos ramas: la política y la periodística, en ese orden. Hablo de gente como yo (“Un muchacho como yoooo que vive simplementeee…”), que no construyó la casa en que vive, no cultivó la comida que come ni fabricó la heladera que usa. Gente a la que el resto de la sociedad subvenciona para que estudie y se perfeccione, acaso con la esperanza de que no se transformen en furgones de cola de la opinión pública sino que sean capaces de ver más lejos y comprender antes y mejor las cosas; (Qué bueno, un intelectual comprometido, que devuelve con sus esfuerzos visionarios el yugo obrero que sostiene su calidad de vida, Oh!, monumento) entre ellas: la amenaza totalitaria que entrañan la demolición de las instituciones, el ataque a las libertades y las garantías individuales, la invasión del ámbito privado y la rotura de todos y cada uno de los principios que hacen posible la vida en democracia. (Vos eras el chabón que le batió el futuro a Levinas!. Tiresias argento cómo te bancamos!)

© LA NACION.

Wednesday, January 23, 2013

Levinas en un mundo feliz

Los disparates de un paranoico
Por Gabriel Levinas  | Para LA NACION


(Creación de ambiente) Me pidió que nos encontráramos en un parque del barrio de Caballito, dijo que conocía mi cara y se iba a acercar cuando estuviera seguro de que no lo estaban siguiendo. Era un sábado a la tarde y yo no tenía nada que hacer, no perdía nada. Confieso que después me dio un poco de temor, llegué a imaginar alguna trampa. (chan chan!) La curiosidad pudo más y fui.

Esperé diez minutos sentado en el banco cuando pude observar a un hombre cincuentón, calvo. Su cuello parecía hundido en una campera de nylon marrón, como intentando ocultar su cara. Pasó disimuladamente un par de veces frente a mí antes de sentarse.

Se presentó como Bernardo.(Neustadt?) Sin preámbulo comenzó a narrarme lo que trataré de transcribir lo más fielmente posible, (Recurso de verosimilización del discurso moooy remanido, pero va) ya que no me permitió grabar. No dejaba de mirar hacia todos lados, preocupado y vigilante. Sólo interrumpió su relato cuando me pidió que sacara la batería de mi celular.

Dijo haber trabajado hasta julio de 2012 en la Presidencia de la Nación. Formaba parte de un grupo de planificación que dependía directamente del jefe de Gabinete. (Yo sabía que el maléfico Abal Medina algo tenía que ver con esto)

La narración era un poco atolondrada, la fechaba a principios de 2007, cuando se decidió llevar adelante un plan tendiente a implementar una serie de medidas, algunas públicas y otras de carácter secreto, (007) para poner en práctica lo antes posible algo que Bernardo llamaba "la dictadura científica". (pero que zarpados hijos de puta, twitteros, me piden que parodie ESTO?)

El proyecto se basaba -de ahí su nombre- en una idea de Aldous Huxley cuando escribió en 1932 su novela Un mundo feliz . Huxley explicó años más tarde que las propuestas del futuro dictador serían implementadas sin dolor por un cuerpo de ingenieros sociales altamente capacitados. Ya no sería necesario matar o encarcelar a nadie para imponerlas. (Todavía no salgo de mi asombro con estas remisiones distópicas sci fi. Sos Philip Dick de repente y no sabíamos?)

Pero este proyecto era mucho más sofisticado; de hecho, eran impensables para Huxley los avances científicos y tecnológicos que hoy posibilitan de manera asombrosa conocer toda la actividad de los ciudadanos. (Paraaaa está bien que estamos en la sociedad de control pero macho, también estamos en Argentina, convengamos que si no sos un marginal buscado todo el tiempo con las cámaras que luego alimentan la programación de américa TV, los dispositivos de vigilancia son medio crotos) Sus pensamientos, sus círculos de amistad, sus costumbres, hasta sus más íntimos secretos.

Por cierto, estaban dispuestos a usar todo el aparato estatal para mejorar la vieja idea. Para ello era imperativo subordinar a la Justicia y evitar inconvenientes propios de las repúblicas democráticas. Iban a aprovecharse de las debilidades de la democracia para poder instalar la más sofisticada de las dictaduras. (Un coro de didascalias que me explique que carajo está pasando en esta nota)

Se creó rápidamente un grupo especial de la SIDE, que coordinara en todo el país la recolección de datos mediante la utilización de cientos de camionetas que transportan unos equipos de última generación comprados en Estados Unidos, que escanean y recolectan cualquier transmisión de datos por vía inalámbrica en dos cuadras a la redonda. Celulares, WI-FI. (CON LA PLATA DE LOS JUBILADOS)

La capacidad de almacenamiento de la información digital, como todos sabemos, es ilimitada. "Pero ¿quién procesaría y para qué todo ese enorme caudal de información, básicamente inútil?", pregunté. (Sagaz cual Sherlock Holmes porteño, bien ahí)

Bernardo esbozó su primera sonrisa y dijo con repentina calma: "Todo sirve, todo". (Determinante, esclarecedor)

"Ellos guardan todo -continuó- no sólo eso guardan, también guardan todas las causas judiciales, denuncias policiales, movimientos de las tarjetas de crédito, las bases de datos de la tarjeta SUBE,(JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA)  los datos biométricos de las fronteras, todos los mails que se puedan conseguir y hackear, y por supuesto, la información de la AFIP. (Estado milico y dictatorial propio de obra de Orwell que OH, COBRA IMPUESTOS Y BUSCA EVASORES) Hasta las computadoras de Conectar Igualdad forman parte del plan (UUUH boluuudo avisá antes, estoy leyendo este texto libertario desde la netbook del conectar!). También, claro está, las bases de datos de las telefónicas." 

-Pero ¿qué hacen con todo eso? ¿Cómo se puede procesar? -pregunté. (Sigue astuto)

Volvió a sonreír. (Como todos nosotros desde que empezó este dislate irrisorio)

-No se procesa, sólo se guarda.

-No entiendo -le dije, alterado por lo absurdo del relato. (Como todos nosotros desde que empezó este dislate irrisorio)

Me tomó de la mano, casi como para calmarme, y me explicó con una certeza que me dejó helado: (de la mano? Cambiamos de género literario; “Secreto en la montaña”!)

-Si aparece algún opositor, cualquiera que comience a molestar al Gobierno, se pone su nombre en el sistema y en segundos aparece toda su data. (Ejemplo: “Miguel del Sel: comediante, derechoso… no more data found in system”) Se analiza y se decide el plan de acción. No se olvide, mi amigo, de que cuando le digo todo, le estoy diciendo todo. (Como los zapatos u hoteles de Cristina o el Yampein de Gullo, ponele) Dónde gasta su dinero, en qué, con quién, cuándo, con quién se junta, a quién le debe, con quién tiene pleitos, y entonces un especialista (Boudou?) elige el mejor camino para amedrentarlo primero y, si no es suficiente, destruirlo. (Hasta la vista, baby) Todo esto para llevar adelante la idea fundamental: (que platónico) dividir a la sociedad entre los domesticados de primera y los de segunda. Los de primera son la población que consume, trabaja y produce, ya sea servicios o bienes, y los de segunda son los más humildes, los que están excluidos del mercado laboral, los subvencionados con planes sociales o la Asignación Universal por Hijo. En el círculo íntimo los llaman los "comedores de harina". (Anulador de parodiadores mode on)

-¿Comedores de harina? -le pregunté, sorprendido, casi espantado. (Como todos nosotros desde que empezó este dislate irrisorio)


-Sí -respondió-. Son fundamentales para la consolidación del poder. El plan es mantenerlos vivos al menor costo, procurando que la falta de nutrientes siga causando estragos en sus mentes y sólo sobrevivan para las elecciones, en las que indudablemente votarán por el Gobierno. (ESCUCHA QUE ZARPADA HIPÓTESIS DE CIENCIA FICCIÓN SOBRE LA BÍOPOLÏTICA FOCÓ!) Los expertos en psicología social y otros científicos del grupo (Kikólogos y kientífikos) sosteníamos que no existía ningún elemento que indicara que ellos puedan rebelarse si se los controla y se los alimenta casi exclusivamente con hidratos de carbono. Al resto, a los domesticados de primera, se los doblega mediante el control de los medios de comunicación y se usa la informática para reprimir. (balas de tweets y campos de concentración de bits) Todo estaba saliendo perfecto, no había un solo impedimento para avanzar a una etapa superior del plan.

-¿Y qué pasó? -pregunté.

-Nos equivocamos. Y por eso nos echaron. Yo los convencí de que no había genéticamente nada que haga que los comedores de harina se rebelen, pero aparecieron los qom. (Agarrenmé que se me desprende un órgano a carcajadas)

-¿Los qom?

-Sí, los qom. Ahora gran parte de los fondos del proyecto se destinan a investigar qué tienen esos malditos (“malditos” acá se te americanizó un poco la lengua che) que la harina y la yerba (no era el juego y la droga, era la HARINA Y LA YERBA) no logran reducirlos a la marginación absoluta, por qué esos cabrones (acá se te mejicaneó, revisa los principios para escribir de Rulfo: encontrar un paisaje, encontrar una lengua. No me hagas pot pourri casteyanqui), a pesar de todo nuestro esfuerzo por doblegarlos, conservan su orgullo y su dignidad. (Qué lindo mensaje en pos de la unión entre clases subalternas: los negros del conurbano que reciben la AUH son unos cooptados insalvables pero los indígenas cagados de hambre tienen el germen revolucionario en sus huestes)

De golpe dejó de hablar, como si hubiese visto al diablo mismo, se paró y se fue rápidamente y sin saludar. (Tal vez, en una vuelta de tuerca quijotesca, se dio cuenta que iba a ser personaje de esta columna tan impresentable y rajó cagando)

Confieso que llegué a reírme de los disparates que terminaba de escuchar mientras por otra parte me compadecía del pobre paranoico. Asunto archivado, me dije mientras sacaba el auto del estacionamiento. (Ah que bueno)

Jamás pensé en publicar semejante historia. Hasta que hace un par de meses pude ver en las noticias, de manera reiterada, que los qom estaban siendo literalmente cazados en las provincias de Chaco y Formosa. (Ah que mal, el paranoico era el loco clarividente, originalísimo) En ese momento me tenté a publicar algo, pero preferí no correr riesgos. (Eeeeh ¿que te hagan comer harina?)

© LA NACION.

Saturday, January 19, 2013

Eeeeeeh "Intitulable"

(Discurso psicótico sobre los psicóticos, mise en abyme)

El desamor de los dictadores
Por Elisa Carrió  | Para LA NACION

La paranoia se propaga generalmente a todo el entorno del sujeto afectado por esa patología (vos, el ARI y los estudios de TN). Los más cercanos suelen ser los primeros en sufrir el pánico de los que han perdido la confianza en todo el mundo", escribe la periodista e historiadora belga Diane Duret (?!) en un libro elocuente que publicó Aguilar, Las mujeres de los dictadores . Se trata de un trabajo dedicado a indagar en la vida íntima de los líderes totalitarios del siglo XX y en la relación que mantuvieron con sus mujeres. (Quería empezar “Mi vida” de Trotsky  y “Literatura y vida nacional” de Gramsci, pero ahora que me decís me tentaste sobremanera y voy corriendo a comprarlo)

En esas páginas nos podemos sumergir en la intimidad de Mussolini, Stalin, Mao, Ceausescu (CHECHESCU) o Hitler (minestrone de líderes) para poder saber más sobre el carácter, las convicciones y la irremediable vinculación entre vida privada y pública (IRREMEDIABLE, si, ponele). La incapacidad de amar y el sometimiento y la humillación de quienes los aman parece (Gracias por, por lo menos, este modalizador que le quita fuerza a la tesis balalaika del absurdo) ser la regla entre aquellos que, en nombre del amor a la patria o a la revolución, humillaron a sus pueblos. Quien daña a quien dice amar es incapaz de provocar un acto de justicia en beneficio de sus gobernados. (Un condicional irrefutable: Daña a familiares----(entonces)---> gobierna injustamente. Alguien tiene alguna objeción? *Hordas levantan la mano*)

La relación que los dictadores tienen con sus mujeres denota la que construyen con sus pueblos. (Hipótesis fuerte; anoten pichones de Ciencias políticas prestos a pegar beca del CONICET) La mujer como instrumento, como objeto manipulable y descartable, que es factible de ser sustituida por otra que fomente aún más su narcisismo infinito, es la constante en estos líderes. (También puede ser constante en cualquier tipo o tipa que pierda el deseo por el otro, católica apostólica románica)

Nadie lo puede decir mejor que el jefe del servicio de prensa de Hitler, que cita Ducret: "Hitler era un tipo narcisista, para el cual la multitud representaba un sustituto de la mujer que parecía incapaz de encontrar. Para él hablar era una forma de satisfacer un deseo violento y agotador. Así el fenómeno de su elocuencia se me hizo más comprensible. Los ocho o diez minutos de un discurso parecían un orgasmo de palabras".(eso forma parte de una concepción más compleja de principios del siglo XX que unía masa con sensibilidad irracional y desde ahíPARA QUE ME GASTO DIOOOO)

Ducret muestra, en un texto muy bien documentado y en el que se advierte una investigación histórica enamorada de la precisión (a veces la precisión está al servicio de la pelotudez, es lo que deduzco hasta acá del libelo de esa boluda), que todos ellos reinventaron un pasado sustituyendo sus errores, delitos o contradicciones por hechos heroicos; que fomentaron el culto a la personalidad; que tenían una obsesión por la propaganda política; que eran desconfiados; que expresaban celos para apropiarse de sus mujeres, a las que cosificaban y maltrataban; que mentían y engañaban a sus mujeres con la misma pasión con la que lo hacían con sus pueblos. (homología entre relaciones personales y modos de gobierno, si, entendimos. Pero esto no es pensar)

Remarco mujeres y no esposas porque el destrato era igual tanto para sus mujeres oficiales como para sus amantes ocasionales, amantes que a veces terminan siendo esposas con un enorme poder y que convierten en tiranas que descargan su furia hasta en los más cercanos. Como la mujer de Mao, que envía a la cárcel a su empleada porque le sirvió una leche que le cayó mal, o Elena, la esposa de Ceausescu, que disfruta leyendo las escuchas que pide al servicio secreto sobre ministros y sus esposas, al extremo de llegar a perseguir al novio de su hija, indignada porque "usa vaqueros". (No dejo de pensar en qué actos de este calibre cometió CFK, porque ahí es donde querés llegar no? “Tiranía asintomática“ diría alguien muy inteligente de por ahí)

Elena fue despojada de su nombre y de su fecha de nacimiento. El día del casamiento, Nicolae Ceausescu consideró que su nombre, Lenuta, literalmente "la dulce", era muy popular y por ende "poco respetable" para la compañera de un líder. Entonces decide modificar su partida de nacimiento y cambiar su natalicio, porque era mayor que su marido. El dictador necesitaba que fuese más joven que él. (RE VE LA DOR)

La flamante Elena es ambiciosa y se dice científica, así que dedica su vida a coleccionar títulos con el objetivo de escalar posiciones de poder y gobernar al lado del dictador. (Algo estás tramando desde el punto de vista de la analogía tácita con Cristina en esta nota para La Nación?) Ducret dice que tiene dos modelos a seguir: Jiang Ging, la cuarta esposa de Mao, e Isabel Perón. Narra la autora que Elena "ha quedado impresionada por el destino de esa ex bailarina que ahora ha ascendido a vicepresidente", y que luego será presidente. Elena ve allí su destino y no duda en ser implacable con las mujeres que pueden ser sus competidoras. (El novelón de la tarde, SORAYA)

En Las mujeres de los dictadores encontramos relaciones opresivas, violentas y asfixiantes. Un endiosamiento (ÉL) que las lleva al sometimiento, un sometimiento que, de víctimas, las convierte en victimarias.(Hay armas, está claro?) Celos encarnizados que generan vuelcos en el devenir político. Mentiras que se convierten en verdades históricas por gracia del relato construido por los regímenes dictatoriales (CUALQUIER VÍNCULO CON LOS K ES MERA COINCIDENCIA). En definitiva, vemos hombres con múltiples caras  que proclaman el amor a su pueblo y a sus mujeres, pero que con su crueldad desnudan la incapacidad de tener sentimientos profundos que vayan más allá de su propio egocentrismo. (te pusiste autobiográfica?) El amor a sí mismos les impide la piedad. (“¡Secretos y mentiras, secretos y mentiras!”)


© LA NACION.

Thursday, January 17, 2013

Fernando y el relato bíblico (Jineteando)

Apocalipsis frío
Por Fernando Iglesias  | Para LA NACION
   

Tienen razón los gurúes kirchneristas: el país no está como en 2001; está peor (Científicos de la Universidad de North Carolaina así lo afirman). Lo que por suerte está mejor son la tasa internacional de interés del dólar y el precio de la soja, que retrasan el proceso por el que la miseria en que viven millones de argentinos se transforma en hambre y desesperación. (magia, taumaturgia, al final la mano invisible es de una racionalidad salvadora) Lejos de derrumbarse sobre nosotros, el mundo globalizado sigue trabajando a favor de la Argentina (Gracias mundo globalizado, Noam Chomsky, Wallerstein, LTA), y es el ingreso extraordinario de divisas lo que nos trae la única diferencia positiva entre los saqueos de diciembre de 2001 y los de diciembre de 2012 (Obvio, la única, seguimos en estado de sitio por ejemplo).

Por si hubieran dudas (“Can you read minds?!”): el Estado recaudó 8000 millones de dólares el año pasado sólo de retenciones agrícolas; aproximadamente cuatro veces lo que destina a la Asignación Universal por Hijo, principal moderadora del estallido social (seeee la principal, por eso las usó Duhalde, en esos días los aparatos coercitivos del Estado no tuvieron NADA que ver). Súmense los demás planes sociales, los subsidios a los servicios esenciales y los miles de empleos estatales creados para paliar el game over y el dólar paralelo por las nubes a pesar de las tasas cercanas a cero que paga la Reserva Federal y se comprenderán las dimensiones del horror que supimos conseguir.(El flagelo y el horror de un Estado que interviene para paliar la pobreza de la gente, qué terrible, y la ONU no hace nada)

Ajustazo 2002, pagadiós 2005 (?), tasas del dólar por el piso y commodities por las nubes: son éstos los componentes del doping que permite hoy al Gobierno congelar la situación en una suerte de apocalipsis frío (POESÍA); (El apóstol Fernando); una debacle en cámara lenta en la que el país no termina de estallar (ni empieza, pero te dejo proseguir con tu prosa cinematográfica de imágenes en cámara lenta), pero todas sus variables retroceden, dejando al descubierto los despojos del modelo. Y aquí estamos sus náufragos (Espero que por lo menos tengas tu Wilson, aunque la pelota de basquet incurriría en el animismo para recobrar vida y alejarse rauda y violenta de tu insoportable clarividencia): viendo cómo el margen competitivo creado en 2002 mediante el más formidable ajuste de la historia termina de extinguirse, los fantasmas del pagadiós más grande del mundo nos acechan, los efectos de la tercera plata dulce se esfuman (“Todo lo sólido se desvanece en el aire“), las facturas impagas de nueve años de cortoplacismo se amontonan y la situación se hace dramática; en tanto, el Gobierno se concentra en hacer de sus errores una epopeya y en la batalla contra los fierros mediáticos y judiciales, preocupado por agregar al cóctel explosivo que preparó en nueve años de delirio nac&pop una nueva dosis de autoritarismo y alucinación. (Tengo miedo)

Después de casi una década de revolución discursiva, el saldo es pavoroso: a pesar de las condiciones externas inéditamente favorables, nos hemos devorado buena parte del capital social en una orgía populista (mmm, potlach sexual, prendete Fernando) que nos ha dejado sin transporte ni energía y con la infraestructura a punto del colapso (Ponele que esa sea la causa y ponele que a eso se le llame pensar). Pese a la carga fiscal de Primer Mundo y las cifras enormes del gasto público (¿dónde irá a parar toda esa plata?) (Podés vaticinar y diagnosticar crisis monumentales y no decir dónde irá a parar la plata de los jubilados? Devolveme la entrada loco) el Gobierno no puede mostrar una sola gran obra pública digna de mención en nueve años de gestión de la abundancia (JAAAA. Pero como la de Fontevecchia, no te voy a mencionar obras concretas y sonantes sacadas de chequeado.com porque temo que el espíritu de tu nota está UN POQUITO REÑIDO con la realidad efectivamente acaecida). Hoy, pese a los anuncios repetidos como si fueran goles, casi todo en la Argentina se cae a pedazos, como bien se vio en ese choque ferroviario a 27 km por hora en el que fallecieron 51 personas; récord que ha retratado impiadosamente la africanización del país. (Somos Níger, hanza para todos y todas)

Y no se trata sólo de la estructura material: el panorama educativo es desolador. A pesar del publicitado 6%, los argentinos de la escuela primaria siguen retrocediendo en los tests internacionales, sólo uno de cada dos adolescentes termina la secundaria y los índices de graduación universitaria están entre los peores de la región (datos?, y sacados de…?), incluidos los países donde la universidad es paga. Para no hablar de calidad educativa. (Un análisis comparativo con nuestra propia historia ni en pedo no? No te culpo, los cortes sincrónicos nos permiten leer menos)

No nos va mejor en lo social, como muestra el 50% de aumento de la población de las villas y el 34% de la mano de obra en negro. (Idem) Hasta el único éxito relativo del modelo, bajar la desocupación, tambalea hoy, después de tres años sin creación de empleos productivos y uno de destrucción de los que se habían generado en la hora de gloria. Y, si hemos de creerles a los índices de inflación provinciales, la pobreza afecta a uno de cada cuatro argentinos, como bien saben en Carrefour y Changomas. (Acá en el sur le decimos “changomá”, de la nada, pero la memoria es involuntETC.)

¿Desendeudamiento? Ninguno. No pagar las deudas puede ser inevitable, pero no es desendeudarse. Y si sumamos a la deuda financiera -40% del PBI- las deudas jubilatorias y las inversiones necesarias para reconstruir la infraestructura y las reservas energéticas, la conclusión es simple: la deuda real y la pobreza son hoy tan grandes como en la etapa final de la convertibilidad. (Si, cuando la elisión, la falta de complejidad y la ensalada de data económica son la regla las conclusiones son simples)

Si en los años 80 teníamos inflación, pero también cambio competitivo, y si en los 90 teníamos atraso cambiario, pero al menos había una moneda en la cual ahorrar (Oh, el ahorro de los 90, que tiempos aquellos! Nostalgia, saudade), el kirchnerismo ha logrado la hazaña de amalgamar lo peor del modelo neoliberal y del populista: atraso cambiario y moneda inexistente, y por lo tanto, bajo crecimiento y alta inflación.(Por eso estamos como estamos, ardiendo con los gélidos jinetes del Apocalipsis frío trotando en el conurbano)  Son problemas que, como se sabe, se solucionan metiendo la economía en el chaleco de fuerza del corralito cambiario y el cierre de importaciones, del que nunca nadie logró salir sin cirugía mayor y amputación. (“Como se sabe”. Iglesias se amiga con lo verificado/verificable sólo cuando de tragedias se trata)

Al apocalipsis frío de los números corresponden aspectos difícilmente cuantificables (Para vos, que sos un analfabeto económico-político que debería estudiar y ser mas serio), pero cada vez más presentes en la cotidianeidad de los argentinos: la inflación, la inseguridad y la corrupción, cuyas sensaciones siguen subiendo. Es el resultado inevitable de una década de erosión de las agencias fundamentales del Estado (AFIP, Anses, AGN, fuerzas de seguridad, Banco Central) y de la extensión de los dominios de la droga y la criminalidad organizada. (El juego y la droga, EL JUEGO Y LA DROGA) Para no hablar de los aspectos simbólicos del kirchnerismo: anomia (San Durkheim in you we trust), impunidad, vale-todo, hubris del poder por el poder (ni un concepto griego te salva de la pelotudez, no te gastes), conducta barra brava y destrucción deliberada de todos y cada uno de los elementos que permiten una convivencia pacífica y democrática. (Basta Lennon) Finalmente, su legado totalitario-mafioso (Atento Godwin) específico, el más terrible y más difícil de revertir: el reemplazo de las instituciones democrático-republicanas y de las organizaciones de la sociedad civil por una densa trama de mafias, cajas y patotas que ha invadido los despachos estatales, las comisarías, los sindicatos, las organizaciones patronales, los clubes de fútbol, las asociaciones de clubes de fútbol y todos los resquicios del país en los que se acumula poder y existe algo susceptible de ser saqueado. (Hola Sicilia)

De manera que sigamos rezando (Para colaborar con la trama semántica bíblica) para que al gobierno del "vivir con lo nuestro" le siga yendo bien con la soja, y esperemos que la economía de Brasil mejore, para que los que viven dependiendo de las limosnas estatales no pasen de la miseria al hambre y vuelvan los saqueos en un país que produce alimentos para siete veces su población. (Ejemplo de manual de Ironía: fenómeno de palabra bivocal en el que se debe entender lo contrario a lo que se enuncia; querés que todo se vaya al re carajo para que esta columna pedorra se ajuste a algo por lo menos parecido a cierta realidad compartida y comunicable)

Si éste no es el apocalipsis, el apocalipsis, ¿dónde está? (#EsCanción)

Literatura psi de Fontevecchia

En pelotas

Por Jorge Fontevecchia
  
12/01/13 - 02:02
 
 
Una mujer que escribe decenas de tuits en minutos, miles de caracteres en Facebook y exhibe verborragia en cada discurso irradia descontrol (de los autores de “Cristina bipolar Fernandez“ llega “Cristina descontrol linguistico Fernandez“). Al recibir a la fragata Libertad como si viniera triunfante de una guerra verdadera, dijo que si quedáramos sin armas pelearíamos en pelotas como los indios, citando a San Martín, quien sí libró batallas reales y no una simbólica por el levantamiento de un embargo. (Eso Cristina, ¿para cuándo el cruce de los Andes o la batalla de San Lorenzo? Porque viste que la cita EXIGE que su enunciador tribute con los mismos actos que los autores, como todos sabemos)

Su “en pelotas” puede revelar más que una mera evocación patriótica. Además de decir que también la Presidenta cree estar peleando una guerra de la independencia contra enemigos externos (buitres) e internos (caranchos), (che, que delirante, el loco de la bandera) habla de ella misma, de su psicología, algo aun más fuerte que cualquier ideología. (Oh Sigmund Freud, qué camino apasionante recorreremos contigo en esta Ana O. de manual que has encontrado; has tu magia)

Dice que, a diferencia de su marido, ella iniciará batallas aunque no cuente con las armas para ganar. Que no pactará con el enemigo de su enemigo si le resultara despreciable. Que no temerá acumular todos los adversarios que se le vayan cruzando. (Cris Atila) En síntesis: “Vivos o muertos pero nunca esclavos”, al revés de la mayoría, que prefiere “libre o esclavo pero nunca muerto”. (El confiable y privilegiado contacto de Fontevecchia con “la mayoría” y sus preferencias aforísticas es irrefutable y tranquilizador)

El “pelearemos en pelotas” de Cristina –aunque paradójico en un sentido–  (Supongo que nos vas a explicar lo paradójico en algún momento para levantar la linealidad vacua de esta columna soporífera) es perfectamente coherente con aquella declaración suya: “Se podrán quedar con la Fragata pero no con nuestra dignidad”. Ese ánimo de pelear aun desnuda de armas fue lo que anteriormente a la llegada de la Fragata habrá motivado al ex líder de los Redonditos de Ricota a agradecerle por su coraje justo cuando la Presidenta no pasaba un buen momento: (Otro contacto privilegiado de Fotevecchia: con el aparato intencional del Indio Solari cuya psiquis, al lado de la de nuestro Lacan vernáculo, es analizable por el conductismo de tan rudimentaria)  “Toda mi vida acepté, a regañadientes, que la valentía era un recurso temporario de los jóvenes –escribió el Indio Solari–. Mi respeto por la templanza y su firme determinación juvenil”.

Esa rebeldía sin medir consecuencias es una característica juvenil (Revelador). Argentina debe ser uno de los países donde en mayor proporción esa rebeldía está extendida más allá de los jóvenes (¡Grande Arquímedes!) . Y Cristina Kirchner encarna bien esa pulsión nacional (Tal como el natural de Moravia en “El malestar de la cultura“, Jorge se interna en la psicología colectiva. Orgullo en la intelligentsia, aplausos, lagrimeos).

“País niño” fue una de las críticas de Darín (Oh Ricardo!, cae cual deux ex machina para una arrolladora cita de autoridad!) que enardecieron a la Presidenta. Ella es niña como el país que critica Darín (¿niña o joven? Asumimos que aún una inteligencia tan dudosa y débil como la tuya puede apreciar la diferencia entres estos dos estadios etarios). Ella se rebela ante “los padres”, que pueden ser los acreedores, “los generales mediáticos”, los grandes empresarios o los caciques de corporaciones. (Diáfano como un cristal! Toda lucha y pugna por el poder es, EN REALIDAD el trayecto de una pendeja rebelde con problemitas para salir bien del complejo de Electra!.)

Cuentan que cuando Zulema Yoma llegó a Olivos con Menem recién electo presidente, preguntó al portero de la Quinta de Olivos cómo había sido la vida en esa residencia previamente y quiénes venían antes a reuniones. Y el portero respondió: “Vienen siempre los mismos; los que cambian son ustedes, los presidentes”. Eso que Cristina llama “matriz de poder” es ante lo que ella se rebela (Rebelarse ante el poder, qué estrafalario). Guerra perdida antes de comenzar, salvo que sus aspiraciones se dirijan a batallas puntuales y acepte que la matriz de poder vaya cambiando con los diferentes presidentes y el de ella sea un aporte más en una cadena de emancipaciones (“Cadena de emancipaciones“. Acá Jorge se pone un poquito hegeliano y, de paso, nos debe la mención a esas emancipaciones).

Pero Cristina desconfía de la valentía con la que sus sucesores enfrentarán esa matriz de poder. Imagina que serán tan conformistas como sus predecesores, y eso es lo que más la irrita de Scioli.

Probablemente su guerra sea contra su propio fantasma (Y entonces ¿cuál es el problema?) y no contra esa matriz real, porque siguen yendo a Olivos muchos de los mismos de siempre. Que Bulgheroni sea el aliado para YPF o “los gordos” la base de la CGT oficialista muestra qué poco real es ese cambio de matriz de poder. (Jorge también te corre por izquierda, plétora) 

Y, como en toda lucha imaginaria, puede lograr lo opuesto (eeeh y en una real también, pelotudo). De tanto amenazar a la Justicia, la predispuso y hasta obligó a sobreactuar sus diferencias con el Gobierno (ya se habla de un nuevo proyecto de ley de medios en el Congreso si la Cámara y la Corte consideraran inconstitucional la ley de 2009). Y ladrándole a Macri logra hacerlo más visible y que suba en las encuestas. (no sólo ladrándole, pero no te voy a regalar argumentos atendibles porque la combinación de ellos con esta nota tan bolacera y absurda puede provocar reacción explosiva)

Pelear contra fantasmas odiados no pocas veces está motivado en la aparición de otros fantasmas (Aserción no demostrada número 57): los amados, y que reclaman venganza. Así como a Hamlet se le aparecía el padre muerto, en el caso de Cristina sería el de su marido muerto, (Qué analogía original y emocionante) a quien se refiere todo el tiempo sin lograr traspasar ese recuerdo a tantos argentinos como querría, por lo menos de los que van al cine, ya que la película sobre Néstor Kirchner no fue un éxito de concurrencia siquiera con toda la promoción, y del total de personas que fueron a verla casi la mitad se concentró la primera semana, cuando los intendentes tuvieron que comprar entradas. 

Ser hijo, buscar la emancipación del padre, ser rebelde frente a él son posiciones en el orden del discurso frente a un padre simbólico (Sale monografíaaaaa). Buscar la emancipación en el orden del discurso es una posición progresista, de izquierda, anticonservadora (Once tesis (pelotudas) sobre los posicionamientos políticos.). En esas categorías “rebelde versus conservador” es donde Cristina Kirchner construye mejor que en las clásicas categorías de “derecha versus izquierda”. Y los atributos joven e izquierda se desplazan y condensan mutuamente. La psicología es la ideología. (Nos sentimos desplazándonos fuera de la caverna y la luz insoportable de la verdad reveladora nos ciega, Jorge)

También Darín es niño en algunos aspectos, y no se equivoca su hermana –al frente del sindicato de actores– cuando dice que la Presidenta y él están del mismo lado. Los grandes actores nunca deberían poder dejar de ser niños, rebeldes, inconformistas, libres hasta el anarquismo. (POESÍA)

Por eso le debe haber molestado especialmente a Cristina Kirchner la crítica de Darín, la de un par, la de alguien que ella cree que pelearía aun en pelotas porque la rebeldía es su naturaleza (Si, debe ser por eso). Aunque su rebeldía fuera de ella misma y de la mayoría de sus colegas, los actores que aplauden o callan. (Sintaxis confusa y horripilante para coronar la nota más boluda y vendehumo de la semana)

Sunday, January 06, 2013

Pornomiseria: Falsa biografía de Kevin Carter

Kevin Carter (13 de septiembre de 1960; Johannesburgo - 27 de julio de 1994; Johannesburgo) fue un reportero gráfico sudafricano, miembro del Bang-Bang Club, que ganó un Pulitzer en 1994 por fotografíar a un niño sudanés famélico con un buitre detrás.
Comenzó su carrera a los 23 años (1983), cuando poblaciones periféricas como Soweto -cerca de Johannesburgo- estaban en guerra. Allí, siendo miembro de The Johannesburg Star, fotografió a los civiles expectantes a la situación que estaban viviendo.
Pero si Carter es famoso, es por una fotografía que realizó diez años más tarde: en 1993. El sudanés Kong Nyong, por aquel entonces un niño famélico, se encontraba defecando a las afueras de su poblado y un buitre estaba al acecho. Carter, que observó la escena, lo fotografió. Esperó para tomar una foto mejor: con el buitre abriendo sus alas, pero no lo consiguió. Según él, consiguió recuperarse y continuar con su camino.2 3 4 El 26 de marzo de 1993, The New York Times publicó la foto y él ganó el Pulitzer. La opinión pública entendió la foto como una alegoría de lo que sucedía en Sudán: Kong era el problema del hambre y la pobreza, el buitre era el capitalismo y Carter era la indiferencia del resto de la sociedad. La crítica se cernió contra él e intentó justificarse, alegando que el niño hacía sus necesidades, que la tribu se encontraba a unos 20 metros de ella y que el animal esperaba su ración de comida. Kong Nyong murió por fiebre (dicho por su padres) en 2008.
Tras ello, pasó de reportero a fotógrafo de naturaleza. Sufrió dos duros golpes: por un lado, la presión de la crítica y por otro el asesinato de su amigo Ken Oosterbroek el 18 de abril de 1994, mientras cubría un tiroteo en Tokoza (Johannesburgo). Se dice que años antes intentó suicidarse, que fumaba White Pipe -una mezcla de marihuana, metacualona y barbitúricos-, que tenía graves problemas familiares y una personalidad algo desordenada -perdía sus carretes en aviones y aeropuertos-, que era depresivo y tenía una vida caótica, con un sinfín de experiencias trágicas.5
El 27 de julio de 1994 Carter llegó al río de Braamfontein Spruit, cerca del campo y el centro de estudios, un área donde él jugaba de pequeño y se suicidó, tras sumergirse en el rio aspiro monoxido de carbono mediante una manguera pegada con cinta al tubo de escape de su camioneta. Finalmente, murió de intoxicación por monóxido de carbono a los 33 años. Se puede leer algo de su nota de suicidio:
"Estoy deprimido [...] sin teléfono [...] dinero para el alquiler [...] dinero para la manutención de los hijos [...] dinero para las deudas [...] ¡¡¡dinero!!! [...] Estoy atormentado por los recuerdos vivídos de los asesinatos y los cadáveres y la ira y el dolor [...] del morir del hambre o los niños heridos, de los locos del gatillo fácil, a menudo de la policía, de los asesinos verdugos [...] Me ido a unirme con Ken, si soy yo el afortunado."




Pornomiseria: falsa biografía de Kevin Carter

Apegada al resquebrajado suelo se desplaza lenta la niña sudanesa. Aún en colores, con el torso carcomido entre las visibles costillas, arrastra los despojos de su humanidad hacia lo que creemos un montoncito de alimento. Un trocito de vida. El resto del paisaje se completa con un árbol que apenas participa, a cincuenta metros. Ah sí, esto sí que es África. La lente reposa en la mano cálida mano del convidado occidental, percibiendo el  aliento seco -no logra empañarla- de la posterior víctima. Va a robarle su alma. El cocinero apura gestos y, en maniobra virtuosa, los dedos de la mano derecha desliza bailando sobre el aparato -un claro pase tanguero- hasta ejecutar el golpe maestro. Dispara con altos resultados técnicos. El balazo es certero y no requiere repeticiones. Un carancho que reclamaba el banquete observando su cocción deja de relamerse, hastiado por el olvidable cuadro que lo hace cómplice. Para uno la guita, para el otro comidita.
La foto recorre el globo, haciendo acreedor al blanquito del Pullitzer: la gloria, paraíso terrenal. Un llamado de atención sobre el estado de cosas, bla bla bla. Vemos sentado en infinidad de sillones al muchacho. Vemos trepidar su boca en cada entrevista. Vemos el discurrir de plumas iluminadas hendiendo tinta en rollos interminables de papel epigrafando el mejor polvo del fotógrafo. Alguien llama a la ONU poniendo al tanto.
El muchacho, que supondremos alto, delgado y de rostro anodino -europeo promedio-, compra un departamento a estrenar en la, digamos, 9 de Julio de su ciudad favorita. Recibe el sol de las ocho y media en primavera mientras se despereza. Durmió solo y poco. Al costado de su velador, un libro de Coetzee sobre uno de Le Clèzio marcado en la página 50. Se mira frente al espejo de medio cuerpo de la habitación. Detrás suyo un ave familiar picotea un nimio cráneo con restos de carne ennegrecida. “Charqui” piensa, y en acto reflejo sonríe. Charqui, qué palabra simpática, su sonoridad. La cabecita rueda hacia sus pies para ser suavemente pateada en un gesto de indiferencia no calculada. Hace meses que ningún periodista lo frecuenta y quince días que le comentó a un colega lo que odia esa foto. Se abrocha la camisa y sale con parsimonia del edificio. Pasea en el Carrefour de la cuadra, recorre góndolas. Va sin lista, sin canasto. Estaciona frente al puré de papas instantáneo comparando precios. Dubita. El milico exonerado y el remisero ya entraron y están asaltando la caja con el caño afuera. Nuestro fotógrafo siente el ruido, está clara la facilidad que tiene para oír el extrañamiento. Palpa los bolsillos, salió desarmado. Se acerca cuando comienza el tiroteo con la policía. La escena está encandilada por la mañana abundante y la música incidental del surfista este que hace discos. Un metal perdido se le incrusta en la blanda sien y el jugo bordó derrama hacia su espalda; nos mira, cayéndo seco. Un abogado gordo con pañuelo al cuello completa la imagen entre latas de arvejas y garbanzos.


Friday, January 04, 2013

Si sólo se hubiese quedado en una nota que señale el currículum oculto y nefasto de los funcionarios, zafaba.

Bueno, allá vamos:


Diego Rojas considera que para hablar del relato K, pergeñado con  apoyo infraestructural, logístico y económico del Estado, hay que arrancar mentando un COMPLEJÍSIMO E INEXTRICABLE mensaje de texto que un miembro destacado de la sociedad civil envía a un funcionario. Luego, con buen tino, nos recuerda los pecados de Aníbal Fernández. ¿Pero cómo se vincula eso con el sms del Indio Solari y el relato? Al parecer, el kirchnerismo es responsable de, entre otras cosas: derrumbar “los parámetros de rebeldía que caracterizó al rock desde sus orígenes” por pedir permiso para saludar a la presidenta. Imagino que Rojas, en su conocimiento espeleológico de la rebeldía, considera que VERDADERAMENTE REVOLUCIONARIO es firmar con las grandes corporaciones disqueras y cantar en contra de los mandatarios recibiendo los dolarucos revolucionarios de cada uno de esos Estados en festivales gratuitos, como CAIE 13 (¿El Indio Solari alguna vez recibió “la plata de los jubilados?). ¡Poco materialista para un trotskista Diego!.
Rojas sigue con los ápices acontecimentales y ULTRA RELEVANTES en cuanto a la configuración de la narración K: EL HIMNO A GIOJA. Esta parte de nuestro periodista adepto a los Negronis es, por lo menos, entretenida y ocurrente. Eso sí, sensato en aclarar, refutando su tesis principal en la cabecera del artículo, que “no existen pruebas hoy de que haya sido impulsado desde el Estado mismo”. Ja, OK, gracias capo. Luego lo inscribe en un dudoso horizonte de posibilidades, supuestamente nuevo y absolutamente estrecho en cuanto análisis de los vínculos entre cultura popular, rock y gobierno. 
Más adelante, por bondad de una especie de surrealismo de cadáver exquisito o de los famosos CUT-up de Burroughs, Rojas PASA con un puente argumental de telaraña al asado de la ESMA. ¿Coherencia y cohesión como características macrotextuales? Bien, gracias. Claro, en esta misma línea de (no) pensamiento, Rojas no tiene conflictos para trazar una analogía entre el famoso asado y la horrible denominación homóloga que los represores hacían de los cuerpos torturados. Acá rozamos, Dieguito querido, lo éticamente reprobable y ya todo se vuelve menos jocoso. Que ese asado fue de mal gusto es evidente, tanto como tu homologación pedorra y sin, ni siquiera, soporte estético.
Para seguir deleitándonos con complejidad Rojas cita (no se si en chiste, en un movimiento autoparódico de la nota, o qué) a MOISÉS IKONICOFF, quien sentenciara que el kirchnerismo “te deja pelotudo”. Oh Si, ¡Moises!, Bertrand Rusell revivido. Más hilarante aún es el extraño movimiento retórico que consiste en que la voz del buen Ikonicoff, usada para desprestigiar (?) el relato, luego se convierta en una figura que a TODAS LUCES tiene vasos comunicantes con el presente de la Nación. Moises Ikonicoff, cual Jano político, destruye el kirchnerismo con una frase oportuna y también lo hace siendo un impresentable que está conectado con el presente político (que alguien me explique cómo y de que manera).
HILARANTE TODO, HYSTERICAL, Gracias por esto Diego, me salvaste de un día de hastío inconmensurable.


Tuesday, January 01, 2013

Teóricos franceses y Estado

"Lo de Acontecimiento siempre me presenta el límite del modo badiouista de pensar la política: si no hay política donde hay Estado, es decir donde hay partidos políticos...¿cuál sería la memoria de lo emancipatorio que la dictadura aplastó y que tras varias generaciones sigue sofocado etc? Porque si algo era fuerte e incluso (sobre todo en Montoneros) capaz de tocar lo espeluznante, en las experiencias radicaliadas de los 60 y 70 (esas que la dictadura suprimió), era "la Orga": el Partido, el Buró, el centralismo leninista incluso en la variante guevarista que representaron Santucho y el PRT, la disciplina, la obediencia, la cadena de mandos. O sea: ¿cuál sería el "acontecimiento" al que hay que ser fieles en la historia argentina desde los 60? Porque TODA la política realmente revolucionaria de aquellos años, la que era capaz de movilizar a los sujetos de un modo drástico contra el Estado, era fuerte o rígidamente organizacional, jerarquicista, y al final... militar: todo estaba reglamentado y "armado".
En fin, algo para charlar laaaaargo. pero la contradicción, en el caso de "Acontecimiento" en Argentina, la veo muy patente."

Yo: "Coincido totalmente. Ademas pensaba a partir de lo que me comentaron de la charla sobre política en la UNSAM que alguien le preguntó a Badiou sobre los gobiernos latinoamericanos, etc. y él dijo previsiblemente que eran reformismos y que su visión de la política era otra, ahora; cuando Badiou milito para documentar a los sin papeles en Francia eso también era reformista. La diferencia sería que acá las transformaciones vienen del Estado, pero tal vez sea simplificador ver esa verticalidad porque el gobierno se nutre de experiencias políticas anteriores. Claro, ellos lo ven como cooptación. Bueno, es largo jaja. Saludos!"

"Y, mirá: se puede simplificar como Jack Sparrow: cuando le preguntan, hartos, quién diablos inventó ese "parlei" (el pedido de parlamentar con el capitán pirata antes de que te maten), él responde: "los franceses".
Quiero decir que si bien Marx es uno de los principaldes responsable de la idea revolucionaria del Estado como garante del ejercicio organizado de la violencia de clase (pa simplificar), el Estado histórico real rutinariamente opresivo tiene un nombre: Francia, es decir el Estado centralizado napolénico-posnapoleónico, donde TODO está organizado, reglamentado, previsto; ahí no hay escapatoria a la situación porque está toda representada, toda dicha: en caso de que lo haya, hay que buscar el "sitio de acontecimiento" con microscopio, no hay lupa que sirva. No debe ser fácil desprenderse de esa experiencia, sobre todo porque cuando parecía que la derrumbaban allá por el 68 apareció otra vez De Gaulle... "La metafísica occidental se ha realizado, solo queda deconstruirla", dijo Derrida por la misma época. No quiero reducirlo a Derrida al contexto político, pero al menos notemos que consuena.
Ahora bien: resulta que Evo Morales (por caso) ... llegó a la presidencia pocos meses después de una vida entera de... ¡lider de un movimiento cocalero! Habrás visto que el 27 de octubre de 2010, cuando bajó del avión para el velorio de NK, dijo "cuando llegué a la presidencia deBolivia le pedí a Néstor que me explicara porque yo de gestionar, ni idea". Algo así. ¿Cómo hacés para pensar ESE "Estado" desde Badiou? ¿Y Lula? No es un cuento, viste, es decir el tipo ERA un obrero metalúrgico.
Sí, da pa laaaaaargo. Y si pensamos acá... no sé si no es más llamativo aún: CFK es una señora abogada que cree en Dios... ¡¡¡y su gobierno saca dos leyes como la de matrimonio igualitario y, más radical aún, la de libre elección de género-sexo!!! Los hijos de los gitanos van a la escuela porque las madres quieren cobrar la Asignación, y a esos pibes les dan la net de Conectar Igualdad: ¡ma qué "estado de la situación"! Porque si no, qué cuernos es la "emancipación": únicamente, de un modo indefectible y fatal, ...qué? ¿La abolición de la propiedad privada de los medios de producción? ¿Sin eso, todo es sanata y cooptación?"