Friday, August 31, 2012

Los hombres que no amaban a las mujeres









"La exigencia de que AUSCHWITZ no se repita es la primera de todas en la educación. Hasta tal punto precede a cualquier otra que no creo deber ni poder fundamentarla. No acierto a entender que se le haya dedicado tan poca atención hasta hoy. Fundamentarla tendría algo de monstruoso ante la monstruosidad de lo sucedido. Pero el que se haya tomado tan escasa conciencia de esa exigencia, así como de los interrogantes que plantea, muestra que lo monstruoso no ha penetrado lo bastante en los hombres, síntoma de que la posibilidad de repetición persiste en lo que atañe al estado de conciencia e inconsciencia de estos. Cualquier debate sobre ideales de educación es vano e indiferente en comparación con este: que AUSCHWITZ no se repita. Fue la barbarie, contra la que se dirige toda educación. Se habla de inminente recaída en la barbarie. Pero ella no amenaza meramente: AUSCHWITZ lo fue; la barbarie persiste mientras perduren en lo esencial las condiciones que hicieron madurar esa recaída. Precisamente, ahí está lo horrible. Por más oculta que esté hoy la necesidad, la presión social sigue gravitando. Arrastra a los hombres a lo inenarrable, que en escala histórico-universal culminó con AUSCHWITZ. Entre las intuiciones de FREUD que con verdad alcanzan también a la cultura y la sociología, una de las más profundas, ami juicio, es que la civilización engendra por sí misma la anti-civilización y, además, la refuerza de modo creciente. Debería prestarse mayor atención a sus obras"            Theodor Adorno, "La educación después de Auschwitz"

Queda en ud, lector, (si es que existe alguno) hacer las conexiones.

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