Friday, March 08, 2013

El "Know how" lutesco

La segunda soledad de Cristina 
por Jorge Fontevecchia

Intimidad del peor golpe que sufrió CFK desde que quedó viuda. La chance del liderazgo regional y la resignificación del luto. ¿Habrá un giro chavista? (Inaugurando el nuevo cuco: el giro chavista)

Dos años, más o menos. Ese período de tiempo es el que convencionalmente los psicólogos consideran razonable para elaborar el duelo por la pérdida de un ser querido. (Jorge “golden epígono de Freud” Fontevecchia) Uno de los factores que podrían complicar ese proceso es –según los especialistas– la muerte de más personas allegadas. El efecto es comparable al estrés postraumático: un golpe que no cesa. La pérdida sin final. Pero no tiene que ser necesariamente así. (Ah, que bueno)

Hay chances de hacer de la necesidad virtud, y rescatar de la tragedia una oportunidad de crecer, madurar y aprender a ser uno mismo, con más autonomía que nunca. (Hoooola Berni Stamateas!, qué bello todo lo que decís, OPORTUNCRISIS)  Ese dilema asedia hoy a la Presidenta. “Cristina está muy golpeada”, aseguran funcionarios y empresarios oficialistas consultados sobre el estado de ánimo con que la mandataria tomó la noticia de la muerte de Hugo Chávez. Señalan las pérdidas recientes en el entorno íntimo presidencial: en las últimas semanas, fallecieron la suegra y la consuegra de Cristina. Y el jefe de Gabinete Abal Medina subrayó lo obvio, cuando declaró que los funerales del líder bolivariano evocaban las ceremonias del último adiós a Néstor Kirchner. Es cierto (y si, son los hechos, digamos) que en poco más de dos años, Cristina tuvo que afrontar demasiados episodios traumáticos, si se incluyen la pérdida del primer embarazo que le iba a traer un nieto (de su hijo Máximo), y el sorpresivo diagnóstico –errado, por suerte– de un cáncer de tiroides.

Pero la inusual transparencia oficial sobre el humor presidencial, en medio de un clima angustiante apoyado por la cobertura permanente de la TV Pública de las exequias caraqueñas, hace pensar que en paralelo al dolor, se incuba (AY!) en Cristina la evaluación de un nuevo escenario regional que puede abrir otro capítulo en su estrategia política. (Explicame el salto lógico, el vínculo causal entre “la inusual transparencia oficial sobre el humor presidencial” con una nueva estrategia política)

En el Gobierno aseguran que Cristina tomó la decisión de viajar de urgencia a Caracas (Sorprendente). Apenas se enteró de la noticia de la muerte de Chávez, lo llamó al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y le ordenó. “Prepará el avión que nos vamos a Venezuela”. Parrilli fue el encargado de armar todos los detalles de la comitiva. En el Tango 01 viajaron Cristina y un grupo reducido. La acompañaban su hija Florencia y su hermana Giselle. También voló el Tango 02, con militantes K, funcionarios y dirigentes sociales. Fue la comitiva más abultada de todos los países asistentes, con más de cien personas. Por ejemplo, la brasileña Dilma Rousseff solo viajó con dos ministros y una comitiva de 15 personas. (REVELADOR)

Ya en el aeropuerto venezolano y luego en la capilla ardiente, Cristina se movió como en casa, acostumbrada como nadie a su alrededor al uniforme de luto que mantiene desde la muerte de su esposo. (eeeh y, si… ) Elogió a Chávez como un “liberador de mentes”, llevando agua para su molino retórico al recordar que Néstor Kirchner también había osado romper tabúes geopolíticos y económicos heredados de la era “neoliberal”. Hablaba firme, con un discurso ideologizado (Cuál no lo es mi querido aséptico?) y combativo, como una líder en campaña. Triste pero cómoda, de negro como siempre, la presidenta argentina llevó a Caracas su “know-how” (Absolutamente racional e instrumental, si, poneeele Juanele) para tiempos de viudez afectiva e institucional: ella sabe muy bien lo que es perder al jefe amado en plena turbulencia política, ella conoce la zozobra de ver morir al dueño del timón justo cuando viene la tormenta. Ella aprendió a llorar y comandar al mismo tiempo, sin respiro. Ella sabe cómo apoyarse en Él cuando Él ya no está, y cómo llenar con su propio cuerpo un lugar peligrosamente vacío. Justo lo que Venezuela y el populismo regional necesitan de modo urgente. (Todo absolutamente consciente y craneado Cristina “TEG“ Kirchner)

La vuelta anticipada de la Presidenta, que no se quedó en Caracas para las exequias, podría (OH, INEVITABLE POTENCIAL CUAL MOIRA FATAL!) ser síntoma de un cálculo geopolítico, ya que la noticia del regreso de la comitiva argentina coincidió con el anuncio de que Mahmoud Ahmadinejad iría a honrar el féretro de su socio caribeño. Aunque el ministro de Defensa argentino, Arturo Puricelli, se apresuró a aclarar que el acortamiento de la visita de Cristina no era para evitar una foto incómoda con el presidente iraní, en medio del debate nacional por el acuerdo judicial por el atentado a la AMIA. Para no dudar de la desmentida oficial, se podría especular que Cristina decidió volver a su país cuando vio el improvisado y tal vez caótico alargamiento de los funerales bolivarianos. (O A o B? jugate jugate jugate jugate JUGAAATE YA!”

Podés leer la nota completa en la última edición de NOTICIAS. Conseguila aquí. (NOOOOO ME CORTARON LAS PIERNAS! Me quedé manija de Jorge!)

1 comment:

Karl Albert said...

Buenas acotaciones a esta "nota" (a propósito ¿cuántas notas psicologistas sobre jefes de estado hubiesen pasado el filtro de calidad en la prensa de antaño antes de ser publicadas?) del bueno de Fonte. Pletórica de contradicciones párrafo por medio, básicamente recorre el tópico ultra-gastado de "la impostura K", donde todo es un teatro que esconde otras intenciones que a su vez pueden ser múltiples y antitéticas, total con alguna seguro la van a pegar. Estos tipos tienen lo que para mí es una mezcla extraña entre una terrible cortedad de miras para ver los procesos históricos y la ideología subyacente de "los idiotas pobres manejados por cualquier dictatorzuelo populista" (que ganen elecciones es un detalle que los tiene sin cuidado); entonces pueden escribir cosas como "Justo lo que Venezuela y el populismo regional necesitan de modo urgente" porque, obstinadamente, no pueden salir del fukuyanismo del fin de la historia y de las ideologías que por otra parte (al menos en esta parte del mundo) se mantienen más vivas que nunca. El extravío de esta prensa, constituida en el bloque de poder opositor realmente existente, parte de ahí y así les va con sus white great hope de turno que no aciertan a construir su alternativa.