Thursday, January 17, 2013

Literatura psi de Fontevecchia

En pelotas

Por Jorge Fontevecchia
  
12/01/13 - 02:02
 
 
Una mujer que escribe decenas de tuits en minutos, miles de caracteres en Facebook y exhibe verborragia en cada discurso irradia descontrol (de los autores de “Cristina bipolar Fernandez“ llega “Cristina descontrol linguistico Fernandez“). Al recibir a la fragata Libertad como si viniera triunfante de una guerra verdadera, dijo que si quedáramos sin armas pelearíamos en pelotas como los indios, citando a San Martín, quien sí libró batallas reales y no una simbólica por el levantamiento de un embargo. (Eso Cristina, ¿para cuándo el cruce de los Andes o la batalla de San Lorenzo? Porque viste que la cita EXIGE que su enunciador tribute con los mismos actos que los autores, como todos sabemos)

Su “en pelotas” puede revelar más que una mera evocación patriótica. Además de decir que también la Presidenta cree estar peleando una guerra de la independencia contra enemigos externos (buitres) e internos (caranchos), (che, que delirante, el loco de la bandera) habla de ella misma, de su psicología, algo aun más fuerte que cualquier ideología. (Oh Sigmund Freud, qué camino apasionante recorreremos contigo en esta Ana O. de manual que has encontrado; has tu magia)

Dice que, a diferencia de su marido, ella iniciará batallas aunque no cuente con las armas para ganar. Que no pactará con el enemigo de su enemigo si le resultara despreciable. Que no temerá acumular todos los adversarios que se le vayan cruzando. (Cris Atila) En síntesis: “Vivos o muertos pero nunca esclavos”, al revés de la mayoría, que prefiere “libre o esclavo pero nunca muerto”. (El confiable y privilegiado contacto de Fontevecchia con “la mayoría” y sus preferencias aforísticas es irrefutable y tranquilizador)

El “pelearemos en pelotas” de Cristina –aunque paradójico en un sentido–  (Supongo que nos vas a explicar lo paradójico en algún momento para levantar la linealidad vacua de esta columna soporífera) es perfectamente coherente con aquella declaración suya: “Se podrán quedar con la Fragata pero no con nuestra dignidad”. Ese ánimo de pelear aun desnuda de armas fue lo que anteriormente a la llegada de la Fragata habrá motivado al ex líder de los Redonditos de Ricota a agradecerle por su coraje justo cuando la Presidenta no pasaba un buen momento: (Otro contacto privilegiado de Fotevecchia: con el aparato intencional del Indio Solari cuya psiquis, al lado de la de nuestro Lacan vernáculo, es analizable por el conductismo de tan rudimentaria)  “Toda mi vida acepté, a regañadientes, que la valentía era un recurso temporario de los jóvenes –escribió el Indio Solari–. Mi respeto por la templanza y su firme determinación juvenil”.

Esa rebeldía sin medir consecuencias es una característica juvenil (Revelador). Argentina debe ser uno de los países donde en mayor proporción esa rebeldía está extendida más allá de los jóvenes (¡Grande Arquímedes!) . Y Cristina Kirchner encarna bien esa pulsión nacional (Tal como el natural de Moravia en “El malestar de la cultura“, Jorge se interna en la psicología colectiva. Orgullo en la intelligentsia, aplausos, lagrimeos).

“País niño” fue una de las críticas de Darín (Oh Ricardo!, cae cual deux ex machina para una arrolladora cita de autoridad!) que enardecieron a la Presidenta. Ella es niña como el país que critica Darín (¿niña o joven? Asumimos que aún una inteligencia tan dudosa y débil como la tuya puede apreciar la diferencia entres estos dos estadios etarios). Ella se rebela ante “los padres”, que pueden ser los acreedores, “los generales mediáticos”, los grandes empresarios o los caciques de corporaciones. (Diáfano como un cristal! Toda lucha y pugna por el poder es, EN REALIDAD el trayecto de una pendeja rebelde con problemitas para salir bien del complejo de Electra!.)

Cuentan que cuando Zulema Yoma llegó a Olivos con Menem recién electo presidente, preguntó al portero de la Quinta de Olivos cómo había sido la vida en esa residencia previamente y quiénes venían antes a reuniones. Y el portero respondió: “Vienen siempre los mismos; los que cambian son ustedes, los presidentes”. Eso que Cristina llama “matriz de poder” es ante lo que ella se rebela (Rebelarse ante el poder, qué estrafalario). Guerra perdida antes de comenzar, salvo que sus aspiraciones se dirijan a batallas puntuales y acepte que la matriz de poder vaya cambiando con los diferentes presidentes y el de ella sea un aporte más en una cadena de emancipaciones (“Cadena de emancipaciones“. Acá Jorge se pone un poquito hegeliano y, de paso, nos debe la mención a esas emancipaciones).

Pero Cristina desconfía de la valentía con la que sus sucesores enfrentarán esa matriz de poder. Imagina que serán tan conformistas como sus predecesores, y eso es lo que más la irrita de Scioli.

Probablemente su guerra sea contra su propio fantasma (Y entonces ¿cuál es el problema?) y no contra esa matriz real, porque siguen yendo a Olivos muchos de los mismos de siempre. Que Bulgheroni sea el aliado para YPF o “los gordos” la base de la CGT oficialista muestra qué poco real es ese cambio de matriz de poder. (Jorge también te corre por izquierda, plétora) 

Y, como en toda lucha imaginaria, puede lograr lo opuesto (eeeh y en una real también, pelotudo). De tanto amenazar a la Justicia, la predispuso y hasta obligó a sobreactuar sus diferencias con el Gobierno (ya se habla de un nuevo proyecto de ley de medios en el Congreso si la Cámara y la Corte consideraran inconstitucional la ley de 2009). Y ladrándole a Macri logra hacerlo más visible y que suba en las encuestas. (no sólo ladrándole, pero no te voy a regalar argumentos atendibles porque la combinación de ellos con esta nota tan bolacera y absurda puede provocar reacción explosiva)

Pelear contra fantasmas odiados no pocas veces está motivado en la aparición de otros fantasmas (Aserción no demostrada número 57): los amados, y que reclaman venganza. Así como a Hamlet se le aparecía el padre muerto, en el caso de Cristina sería el de su marido muerto, (Qué analogía original y emocionante) a quien se refiere todo el tiempo sin lograr traspasar ese recuerdo a tantos argentinos como querría, por lo menos de los que van al cine, ya que la película sobre Néstor Kirchner no fue un éxito de concurrencia siquiera con toda la promoción, y del total de personas que fueron a verla casi la mitad se concentró la primera semana, cuando los intendentes tuvieron que comprar entradas. 

Ser hijo, buscar la emancipación del padre, ser rebelde frente a él son posiciones en el orden del discurso frente a un padre simbólico (Sale monografíaaaaa). Buscar la emancipación en el orden del discurso es una posición progresista, de izquierda, anticonservadora (Once tesis (pelotudas) sobre los posicionamientos políticos.). En esas categorías “rebelde versus conservador” es donde Cristina Kirchner construye mejor que en las clásicas categorías de “derecha versus izquierda”. Y los atributos joven e izquierda se desplazan y condensan mutuamente. La psicología es la ideología. (Nos sentimos desplazándonos fuera de la caverna y la luz insoportable de la verdad reveladora nos ciega, Jorge)

También Darín es niño en algunos aspectos, y no se equivoca su hermana –al frente del sindicato de actores– cuando dice que la Presidenta y él están del mismo lado. Los grandes actores nunca deberían poder dejar de ser niños, rebeldes, inconformistas, libres hasta el anarquismo. (POESÍA)

Por eso le debe haber molestado especialmente a Cristina Kirchner la crítica de Darín, la de un par, la de alguien que ella cree que pelearía aun en pelotas porque la rebeldía es su naturaleza (Si, debe ser por eso). Aunque su rebeldía fuera de ella misma y de la mayoría de sus colegas, los actores que aplauden o callan. (Sintaxis confusa y horripilante para coronar la nota más boluda y vendehumo de la semana)

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