Friday, October 05, 2012

La conversación infinita (esto no es rizomático, es vanguardista)

"Por la presencia del otro entendido como neutro, hay en el campo de las relaciones una distorsión que impide toda comunicación recta y toda relación de unidad, o incluso una anomalía fundamental que le corresponde al habla no reducir, sino llevar consigo, aunque fuere sin decirla o sin significarla. A este hiato-la extrañeza, la infinidad entre nosotros- responde, dentro del lenguaje mismo, la interruspción que introduce la espera. Aquí la detención no está marcada necesaria ni simplemente por el silencio, un blanco o un vacío (qué burdo sería). sino por un cambio en la forma o la estructura del lenguaje (cuando hablar es en primer lugar escribir)." Maurice Blanchot


"El Don"

...

(...)

Sensibilidad, a cerrar filas, reunidos y
or
    ga
         ni
             za
                 dos

Pero antes, la última.
Deja sitiar tus pertenencias ajenas
en las que habitaremos

No quiere la mirada como al perro cascoteado
O el amor natural, como a María

Estás existiendo levemente?

Puede ser
Tu Madre
Tu Padre
Tu País

Y olvidar la extranjería

Pero ESPERA
No la lógica del intercambio que insistís
sino, el DON

Tu nombre significa "Dios recompensará"

Ea!, buen último!

1 comment:

Anonymous said...

La espera, el Don, la recompensa de Dios. Un universo de símbolos y percepciones ajeno al mundo de la causalidad no trascendente. Allí, donde la existencia siempre es leve, donde la madre, el padre y la clase son la cocina primera del habitus.
No sé si alcanzo a comprender el oxímoron "tus pertenencias ajenas", pero de eso se trata la extranjería: deshacerse de toda pertenencia, las propias, las ajenas, las ajenas que creemos/hacemos propias. Deshacerse de uno, desubjetivarse tal vez, deconstruirse sí.
En este caso, no se trata de un intercambio sino de una invitación. Perderse juntos, volverse extranjeros y encontrar en el otro una patria nueva, o algo así. Desarmar y sangrar para, luego, reunirse y organizarse de otro modo, en otro lugar, con otros tiempos, desafiando a la termodinámica y contra toda tendencia a la entropía. Tanta tendencia, tanta entropía.
Buen último, sí.

Yeagob